Ubicada en el corazón de un vecindario residencial, esta impresionante casa con arquitectura tradicional ofrece un entorno de vida encantador. Con más de 300 metros cuadrados de espacio habitable, esta hermosa propiedad se extiende sobre un magnífico lote de 2500 metros cuadrados, donde la vida refinada cobra vida. El jardín paisajístico, inspirado en la estética balinesa, revela una gran piscina rodeada de exuberante vegetación, creando un espacio cálido y acogedor. Una amplia terraza de madera extiende a la perfección la sala de estar al aire libre, perfecta para disfrutar de las largas tardes de verano. La sala de estar está bañada por una luz suave a través de un gran ventanal corredizo, creando una conexión fluida entre el interior y el jardín. La cocina, equipada con materiales de primera calidad, cuenta con una generosa encimera y una despensa separada, ideal para crear momentos preciosos, junto con una zona de bar perfecta para comenzar o terminar la velada. Cada detalle ha sido considerado cuidadosamente, incluida la llamativa puerta de entrada japonesa de madera quemada Yakisugi, que le da a la casa una firma única y auténtica. La planta baja alberga tres dormitorios, incluida una suite principal, cada uno de ellos ofrece un ambiente acogedor y sereno. En la planta superior, le esperan tres suites adicionales, una de las cuales se abre a una amplia terraza de 40 metros cuadrados. Un garaje doble y espacio de almacenamiento adicional brindan amplias soluciones de estacionamiento, mientras que el amplio lote le permite entretener a los invitados sin esfuerzo. Recientemente renovada con una artesanía excepcional, esta casa combina el encanto atemporal con toques contemporáneos, creando una armonía perfecta entre tradición y modernidad.