Cuando pensamos en el paraíso nos cuesta creer que pueda estar tan cerca. Esta propuesta de edificación, gracias la conexión que practica entre el minimalismo y la integración del entorno natural, defiende una nueva concepción del término paradisiaco. La vivienda se encuentra dividida en tres alturas: la planta principal destinada a la vida propia del día a día con sus zonas comunes donde fluye el dinamismo; la planta superior reservada al descanso, como broche, en esta altura de la vivienda encontramos una puerta añadida de seguridad en pro de aislar y dotar de intimidad al ambiente abierto que se extiende por toda la casa a través de sus imponentes y funcionales ventanales; y, por último, un sótano ubicado en una altura intermedia que también está dotado de una maravillosa luz natural que entra por un espacio ajardinado pensado precisamente para esto mismo, transformándolo en un espacio muy especial y versátil. En este mismo sentido, se expande por toda la vivienda el mimo, las seis enormes habitaciones, destacando que en la principal viene integrado un lujoso baño en suite y un elegante vestidor, sus siete baños, la piscina de gran magnitud integrada en una terraza con diferentes ambientes de los que despuntan, por un lado, la barbacoa y por otro, el increíble cenador con baño y acondicionado con frio calor para poder alargar las sobremesas tanto en invierno como en verano. Es una vivienda única que aúna los conceptos de simplicidad y rigurosidad en un guiño al entorno verde en una calle privada de la estilosa urbanización de Torre en Conill.